1.-Ensayar delante de un espejo para descubrir el mejor lado y qué gestos favorecen más.
2.- Sonreir con la mirada.
3.- No mirar directamente al objetivo de la cámara, sino un poco más arriba.
4.- Reconocer nuestros defectos físicos, es decir, si tenemos una gran nariz aguileña, lo mejor será no ponernos de perfil, ya que destacará sobre todo lo demás. Al contrario pasaría si nuestras orejas son algo prominentes, mejor posar algo ladeados que de frente.